Caracas.- La playa está en el ADN del venezolano; no es un apreciación, es un sentimiento.
La religión, la brisa marina, la sal... todos elementos que viven en los pueblos de por aquí y por allá en la gran cantidad de kilómetros de costa de mi país.
Solo fui un sábado a Chichiriviche de la Costa, en el estado Vargas, pero siempre el espíritu pide un poco más de tiempo para disfrutar el mar.
La religión, la brisa marina, la sal... todos elementos que viven en los pueblos de por aquí y por allá en la gran cantidad de kilómetros de costa de mi país.
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