Hace un año exactamente, en cadena nacional, apareció el actual presidente de la República Bolivariana de Venezuela a decir que Hugo Chávez había muerto.
Ese día estaba preparando un trabajo de economía por parte del sector industrial de cementos. Estaba buscando espacio en una página del diario para colocar mi trabajo y de repente, en televisión, la persona que había asegurado que el Presidente de la República estaba en etapa de mejoría, anunciaba el fallecimiento del líder de la revolución bolivariana y de la "Quinta República".
Luego de tanta expectativa, de rumores de que "había caminado" en el hospital militar, de que "había hablado"... Todo desembocó en el hecho que marcó a Venezuela en sus últimos 15 años de historia.
La expectativa se apoderó de todos. Todo lo que había hecho se perdió pero eso no importaba. A las 4:30 pm había cambiado el día por completo, y más tarde, Venezuela. Sentí nerviosismo. No sabía qué hacer. El presidente que había conocido toda mi vida y que había transformado mi país en lo que es hoy, el bastión de todo lo que no pudo derrotar la oposición en 15 años, se había esfumado (al menos físicamente).
Recuerdo algunos de los especiales que surgieron luego de que la noticia recorrió el mundo. Muchos apoyando el "legado", otros destacando su grandes males.
Fueron dos semanas que el país estuvo paralizado, con todas las miradas buscando el rostro del fallecido mandatario en su urna dentro de la Academia Militar. Yo lo vi; fue el último día cuando hice la cola con otros colegas, casi de último ingresé a verlo. Necesitaba verlo con mis propios ojos. Al final, me pareció que era él. Quería ver la historia de frente.
A un año de todo éso, la "siembra" ha dejado una tierra estéril, con un aparato productivo marchito, con una dependencia petrolera como nunca y con un gabinete inepto como pocos.
Pero lo que más me llama la atención, es que cuando Chávez estaba en el poder la situación no era la actual. Mucha gente esperaba el momento en el cual salir de "dictador", las personas esperaban decir "sobreviví a Chávez".
Ahora, no estoy tan seguro que Chávez fuese lo peor en el camino. Ahora, su "hijo" manda mucho y escucha poco. Sobrevivir a Chávez fue solo el comienzo.
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