El momento "brinca-charco"

Buen día a todos y todas (saludo obligatorio por ley, innecesario por sentido común).

Estamos aquí reunidos con el fin de avocarnos al tema que me provoca (delicadezas del blog que YO precedo).

Bueno, pasada la parte pedante sin necesidad ¡al grano! Siempre he querido comentar mis experiencias laborales más que las personales, pero por falta de trabajo o exceso de ocio no había podido.

La verdad es que considero imprescindible en el día a día un oficio, una pasión y una satisfacción. Evidentemente no se pueden tener las tres cosas dentro de un mismo lugar, pero siempre debemos hacer nuestro mejor esfuerzo por considerar las ventajas de vivir a gusto con algunas de las tres palabras mencionadas.

Recién acabo de comenzar a trabajar en dos puestos que me traen muchas cosas nuevas (largas horas estudiando y leyendo) y nuevas experiencias (al ser nuevas, las anteriores cuentan sí, y solo sí, le puse atención a mis estudios).

En mis recientes empleos soy prácticamente un novato. No me quejo. De hecho, lo disfruto. El hecho de desempeñarme en una labor que puede ser necesaria para un grupo determinado de personas y, en principio, intentar ser lo mejor que pueda ser, me dan una satisfacción inmensamente ingenua.

El hecho de conocer gente de muy buena reputación en el mismo puesto que yo también es una forma interesante de estar motivado (o de sentirse presionado).

Y, además del pequeño detalle de tener que desempeñar mi trabajo a cabalidad, tener vida social (la cual no estoy usando mucho recientemente).

Quiero oficializar el inicio de mi desmadre laboral. "Porque esta semana se viene candela papá".