Alguna vez te has sentido en la necesidad de preguntarle a la persona que consideras más importante en tu situación actual: "¿Me tomas en serio?... No, no, lo digo de la manera en si tomas en consideración lo que hago por tí y si honestamente me tomas en serio como alguien especial?"
¿No? Yo no lo hacía. Al menos no con la frecuencia con la que empezaré a hacerlo ahora. Repentinamente se ha convertido en una necesidad.
¿Por qué? Porque considero que merezco algo de ese 'respeto' que se traduce en 'consideración' y que eventualmente le da 'valor' a las cosas que 'respetamos' y que posteriormente 'consideramos'.
Si eres una persona que tiene un carácter jovial, entonces por esa razón ¿no te pueden tomar en serio? o viéndolo desde una perspectiva un tanto más complicada: "¿Por qué razón una persona no la toman en serio si esa misma persona es responsable consigo y con los que lo rodean?"
Honestamente debo decir que no estoy contento con la versión de operetta que hacen de mi rostro o mis acciones. Y precisamente he ahí el elíptico proceso que da vueltas, una y otra vez, dentro de mi cabeza cual hámster en su rueda. Una y otra vez víctima causal y secuencial de cada una de mis decisiones que, previamente, asumía como lógicas y consideradas. ¿Por qué ser un Neanderthal?... Y ahora me pregunto ¿Cuándo es que debo serlo?
La pregunta no es condescendiente, mas si abrasivamente tentadora para decir que estoy al borde de no reconocer lo que alguna vez condené de manera enérgica... Dejarme golpear. Una y otra vez. No por golpes. Palabras. Frías. Vacías. Que me daban por ingenuo. Por adinerado. Por iluso. Por soñador.
La capacidad creativa de un soñador, al que cité previamente, que planea, construye y nada contra corriente no es más que una gran máquina de pensamientos moviéndose al mismo ritmo. Todo detrás de una idea. Un motivo. Una visión. Casi una meta - que no es concreta porque no se sabe si se podrá llegar allí algún día - en un futuro no tan cercano.
Es momento de caminar sólo de nuevo, y para ello me he tomado la especial molestia de prepararme patológicamente para el desastre siempre buscando la salida menos aparatosa.
Devastated.
Con amor, la pared.
Comentarios
Publicar un comentario